lunes, 25 de abril de 2011

"Para pensar"


Cuenta la historia que en cierta oportunidad el Legislador griego Licurgo, fue invitado a dar una exposición sobre la educación.
Aceptó gustos pero pidió que le dieran seis meses de plazo para prepararse.
Esto produjo una sensación de extrañeza, pues todos sabían su erudición en el tema y fue ese el motivo por el que lo habían invitado.
Luego de los seis meses, compareció ante de la asamblea, se ubicó en la tribuna y sus criados entraron cuatro jaulas.
En el interior de cada una había un animal, en dos de ellas una liebre y en las otras dos un perro, de iguales características.
Licurgo hace una seña a su criado, y este abre la jaula de una de las liebres; el pequeño y blanco animalito, sale corriendo.
A otra señal, otro criado abre la jaula de uno de los perros, y éste ferozmente, captura la liebre y la destroza rápidamente con los dientes.
La dantesca escena impresionó a la asamblea, nadie entendía lo que Licurgo pretendía demostrar con semejante acto de agresión.

En total silencio, Licurgo, da otra señal y otra liebre es liberada e inmediatamente sueltan al otro perro.
Conteniendo la respiración, el público miraba azorado, otros se tapaban los ojos para no ver la repetición de esa masacre y muerte del indefenso animalito.
El perro salta de la jaula hacia la liebre, pero en lugar de destrozarla con sus dientes como hiciera el otro, la toca con la pata, esta cae, se levanta y se ponen a jugar ante la sorpresa de todos saltando uno alrededor del otro, demostrando una convivencia pacífica y armónica.

Entonces dirigiéndose a la asamblea Licurgo se levantó y dijo:
-Señores, acabáis de asistir a una demostración de lo que puede la educación. Ambas liebres son hermanas, hijas de la misma madre, alimentadas de la misma manera y recibieron los mismos tratos, iguales son los perros, la diferencia entre ellos está simplemente en la educación.


La educación, con una concepción exacta de la vida, transformaría la cara del mundo. Debemos educar a nuestros hijos, esclarecer su inteligencia, pero ante todo, hablar a su corazón, enseñándoles a despojarse de sus imperfecciones.
¡¡¡¡LA SABIDURÍA POR EXCELENCIA CONSISTE EN VOLVERNOS MEJORES!!!!

Educar proviene del latín, significa extraer de dentro. La educación no es el mero dar informaciones, sino el trabajar las potencialidades propias de cada ser, y hacer que florezcan con toda su bondad.




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Reflexión:


"En cuestiones de cultura y de saber,

sólo se pierde lo que se guarda;

sólo se gana lo que se da".
Antonio Machado


La buena educación